Uno de los componentes más sutiles y ostensibles que usa el cerebro para construir modelos del mundo son las cualidades de las modalidades de representación sensoriales
que son (ver, oír, sentir, gustar, oler), y en PNL llamamos “submodalidades”
(brillo, color, volumen, ritmo, textura, temperatura, sabor, etc.). Las
submodalidades de la PNL son influidas por la interpretación del lenguaje y controlan su articulación, desde las palabras individuales hasta la sintaxis.
Cuando comunicamos
algo, siempre lo hacemos acentuando las “submodalidades”. Biológicamente, las “submodalidades”
son la herramienta más aguda con la que podemos intervenir sobre la estructura
misma del pensamiento. El concepto de “submodalidades” de la PNL es, en verdad,
uno de los misterios más provocativos para el pensamiento.
Las “submodalidades” no son nuevas entre la comunidad
científica que se ocupa de las neurociencias. Lo que sí es nuevo, es el dominio deliberado de estos componentes sutiles del pensamiento en la construcción de modelos humanos de desempeño y en las tecnologías de cambio más penetrantes.