miércoles

curso de oratoria pnl

Las tristezas no se quedan para siempre cuando caminamos en dirección a lo que siempre deseamos, cuando las expectativas de uno se reducen a cero, uno aprecia realmente todo lo que tiene. 
Conocí el bien y el mal, pecado y virtud, justicia e infamia, juzgué y fui juzgado, pasé por el nacimiento y la muerte, por la alegría y el dolor, el cielo y el infierno, y al fin reconocí que yo estoy en todo y todo está en mí. 
Todos eran débiles, tanto justos como pecadores, la única diferencia era que un hombre miserable, cuando realizaba una buena acción, se vanagloriaba de ella toda la vida, mientras que un hombre justo no reparaba en sus buenas acciones, pero recordaba durante años un pecado cometido. Cada cañón que se hace, cada buque de guerra que se echa al agua, cada cohete que se lanza significa, a fin de cuentas, que se está robando de aquello que tienen hambre y no son alimentados, de aquellos que tienen frío y no son vestidos