La culpabilidad, la vergüenza y el miedo son los móviles inmediatos del engaño. La capacidad de expresar los propios sentimientos constituye una habilidad social fundamental. Dirigir la atención
hacia donde se necesita es una de las tareas principales del liderazgo. Los optimistas consideran que los fracasos pueden cambiar de resultado, y así, en la siguiente ocasión en la que afronten una situación parecida podrán superarla.
La mayor ventaja de los equipos de trabajo tal vez sea la económica, porque al igual que ocurre con los trabajadores y trabajadoras “estrellas”, los equipos pueden suponer un “extraordinario
beneficio económico”. La facilidad con que una sociedad desprecia, y hasta
sepulta las visiones discrepantes depende evidentemente del conjunto de lagunas
compartidas por sus ciudadanos. No nos damos cuenta de lo que nos desagrada ver y tampoco nos damos cuenta, de que NO nos damos cuenta. La empatía desaparece en el mismo momento en que nuestros sentimientos son tan poderosos como para
anular todo lo demás y no dejar abierta la menor posibilidad de sintonizar con
el otro. Los líderes que usan su eficacia emocional para inspirar confianza,
compromiso y compasión tendrán mejores resultados, ésta habilidad de hacer aflorar lo mejor de las personas se traduce a los resultados financieros.